martes, 15 de diciembre de 2009

Berlusconi no se amilana


Después de haberse comido un gnochi al dente que lo dejó labiabierto, el Premier italiano debió ser hospitalizado en el Hospital Argentino de Milán, donde permanecerá en observación de los preceptos hipocráticos que prohíben a todo paciente abandonar el nosocomio sin antes haber pagado los costos del tratamiento. Los médicos que lo atienden todavía no han podido precisar si el agresor le rompió la cara al mandatario, o si el político la tenía rota ya desde hacía rato, pero lo que sí saben es que se trató de un golpe. “Es un milagro”, dijo el jefe de carólogos del hospital, “si la réplica del Duomo le daba dos centímetros más arriba hubiera podido perder un ojo de la cara, el mismo que pensábamos extirparle como método de pago”.
El agresor fue identificado como un tifoso del Milan que, descontento con el canje de Ronaldinho por Kaká, decidió descargar su furia contra el rostro más emblemático del club. El carácter siniestro del golpe hizo que en un principio se barajara la posibilidad del que el agresor perteneciera a un grupo de izquierda, pero finalmente se comprobó que se trató de un cross de derecha recalcitrante.
A pesar del traumatismo, Berlusconi goza de la buena salud de dos enfermeras y aclaró que esta vez no se cobrará venganza, pero sí aspira a tener él también derecho a réplica.

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