martes, 15 de diciembre de 2009

Berlusconi no se amilana


Después de haberse comido un gnochi al dente que lo dejó labiabierto, el Premier italiano debió ser hospitalizado en el Hospital Argentino de Milán, donde permanecerá en observación de los preceptos hipocráticos que prohíben a todo paciente abandonar el nosocomio sin antes haber pagado los costos del tratamiento. Los médicos que lo atienden todavía no han podido precisar si el agresor le rompió la cara al mandatario, o si el político la tenía rota ya desde hacía rato, pero lo que sí saben es que se trató de un golpe. “Es un milagro”, dijo el jefe de carólogos del hospital, “si la réplica del Duomo le daba dos centímetros más arriba hubiera podido perder un ojo de la cara, el mismo que pensábamos extirparle como método de pago”.
El agresor fue identificado como un tifoso del Milan que, descontento con el canje de Ronaldinho por Kaká, decidió descargar su furia contra el rostro más emblemático del club. El carácter siniestro del golpe hizo que en un principio se barajara la posibilidad del que el agresor perteneciera a un grupo de izquierda, pero finalmente se comprobó que se trató de un cross de derecha recalcitrante.
A pesar del traumatismo, Berlusconi goza de la buena salud de dos enfermeras y aclaró que esta vez no se cobrará venganza, pero sí aspira a tener él también derecho a réplica.

jueves, 10 de diciembre de 2009

La Biblia y la salsa de soja


Debo a la conjunción de un jefe tunecino y otro chileno el conocimiento de Martín Brauer. El hecho se produjo hace tres meses, durante un congreso de la ONU en Puerto Madero. El tunecino se inquietaba al ver que, en lugar de no hacer nada como el resto de nuestros compañeros de trabajo, mi nuevo amigo y yo escribíamos sátiras que lo tenían por protagonista; el chileno solo nos rogaba que hiciéramos nuestra puesta en escena de The Importance of Being Earnest a distancia prudencial del mostrador, para que los delegados de Francia y el Reino Unido no se vieran apabullados por el peso de la cultura argentina. Una mañana Brauer trajo una peluca que había comprado una tarde en que estuvo de remate en el barrio de Once. Al día siguiente extrajo de su mochila una Biblia de Guttenberg. Antes de dejármela sostener en brazos, me advirtió que, en la versión que tenía entre manos, el pueblo de Israel había pasado a llamarse Pescadores de Raza o Pescadores de Área (para evitar eventuales rimas involuntarias), y que a Moisés le habían cambiado el nombre por el de Jürgen Klinsmann. Más incrédulo que indignado, abrí el pesado tomo en una página cualquiera, porque de todas formas mi desconocimiento del alemán escrito es tan absoluto como el oído de Mozart, por no decir nada acerca del hecho de que mi entendimiento del alemán hablado no es, ni empero, mayor que el de Beethoven. El azar dispuso que el libro se abriese en la página en donde Dios se le revela a Moisés a través de la zarza ardiente. Le entregué el libro a Brauer para que leyera en voz alta unas frases que sonaron a directivas de la GESTAPO; enseguida se encargó de volcarlas al español judeocristiano (ladino): “¿Quién eres?, preguntó Jürgen. Y Dios le respondió: Salsa de Soja.”

Le dije a Brauer que la traducción, amén de inexacta, era blasfema; por mucho menos que eso, a Lutero y Espinoza los habían excomulgado por dos meses, impidiéndoles asistir al sorteo del Mundial de las Religiones que se disputaría al año siguiente en el Monte de los Olivos, segunda Meca del Islam y primera del judeocristianismo. Le pedí a Brauer que me dejara echar un vistazo al versículo. Examinarlo y revisar la fecha de impresión fue casi todo uno. No sin resquemores, tuve que admitir que Brauer había traducido bien: efectivamente, la palabra alemana Sojasoße había conocido la imprenta casi al mismo tiempo que Guttenberg. Brauer me dijo que nunca antes había visto un error alemán semejante, y que la sangre de sus ancestros judeo-alemanes lo conminaba a encontrar el origen del desliz. Retruqué que mi sangre judeo-polaca estaba acostumbrada a los equívocos de rusos y alemanes, sobre todo en lo que a cartografía se refiere, pero que, si precisaba un humilde ladero que le marcara con inclemencia las falacias de sus deducciones, con gusto lo ayudaría en la pesquisa.

Comenzamos por el principio: el Séfer Bereshit. Recordé que, donde el ineficiente traductor alemán había escrito la palabra compuesta Sojasoße, el original hebreo, dictado por Dios a Moisés en el monte Sinaí, simplemente rezaba el verbo Hineni, de traducción imposible al castellano. Los porfiados lenguaraces que se empecinaron en traducirlo al español como “soy el que seré” siempre reconocieron que su versión tenía mucho menos ritmo que la portuguesa “o qué será qué será”. Así y todo, concluimos tajantemente con Brauer, era imposible que los escribas españoles hubieran ignorado la más atinadas de las traducciones a una lengua romance: la Bible francesa del monje Flaubert. En su esfuerzo por expresar el verbo hebreo en su italiano nasal de aguda acentuación, el asceta acuñó este feliz hallazgo: “la zarza ardiente c’est moi”.

Partiendo de esta pista insignificante, con Brauer nos propusimos rastrear el origen del error alemán en el destino de los cinco ejemplares franceses de la primera edición de la Bible. Porque nuestro jefe tunecino era el francófono que teníamos más a mano, acudimos a él en primer lugar. Por ignorancia, él nunca había oído hablar de la Biblia ni de Flaubert, pero así y todo no se privó de recomendarnos la lectura del Corán y de las 1001 noches, los únicos dos libros en los que, según él, solo un ciego argentino podía no haber visto camellos ni palmeras. Agotada nuestra paciencia, encaramos a nuestro jefe chileno, que por haber escapado a Suiza poco antes de la asunción de Salvador Allende, y por llevar ya treinta años tratando de pronunciar la r francesa sin ayuda de Ginebra, se merecía una consulta. En un principio, él tampoco fue capaz de arrojar demasiada luz sobre el asunto, pero a último momento creyó recordar que, en sus años mozos, cuando salía con niñas, había visto una botella de coñac cuya etiqueta mostraba un grumete francés que, munido de un pesado libraco “gordo como una Biblia”, se disponía a embarcar en una de las carabelas de Colón. Lamentablemente el chileno no era capaz de precisar si había entrevisto la imagen en la botella antes o después de habérsela bebido él solo, pero una corazonada nos reveló a Brauer y a un servidor que aquellas eran las únicas palabras sensatas que le habíamos oído en las dos semanas que llevábamos trabajando para él.

Con la excusa de que un ciclón amenazaba con trasladarse de Boedo a Centroamérica en la esperanza de obtener un título continental, convocamos a los delegados de todos los países caribeños a cuyas costas hubieran arribado las naves de Colón, y, ahí nomás, entre un chascarrillo y otro, con Brauer empezamos a atosigarlos con preguntas sobre la Biblia y el calefón. Finalmente, después de varias inquisiciones, el representante de Cuba admitió conocer la historia de la Biblia francesa.

Según nos relató el mulato, ni bien pusieron pie en Cuba, los marineros de Colón perdieron como por arte de magia la capacidad de pronunciar la r española vibrante, pero lograron conservar su negación para el aprendizaje de idiomas extranjeros. Frases simples como what’s your name? suponían un dolor de cabeza para los conquistadores de Cuba; los marineros caían como moscas al intentar leer frases más complejas y foráneas como la mencionada “la zarza ardiente c’est moi”. Para evitar más muertes y hacerles inteligible la palabra del Señor, el grumete francés acometió la traducción de la Bible de Flaubert al incipiente dialecto cubano. Fatigó las más de mil páginas sin dejar una sola palabra en francés, y reemplazando todas las veces que fue necesario la letra r por la l, para facilitar la fonética. “La zarza ardiente c’est moi” pasó al creole cubano como “la zalza aldiente soy yo”. Colón en persona, en su calidad de comandante en jefe de la isla, corrigió la traducción y finalmente optó por una opción más genovesa: “soy salsa al dente”.

Años más tarde, siguió contando el representante cubano, en un confuso episodio conocido como Piratas del Caribe, un corsario inglés se hizo con un ejemplar de la Biblia cubana como botín captura el hincha durante la vuelta olímpica de su equipo, y, tras una larga travesía, el libro recaló finalmente en las costas de Nueva Inglaterra. Como en aquel entonces el gobierno inglés impedía la inmigración de súbditos españoles y de sus virreinatos, no se pudo encontrar en todas las colonias de América del Norte un solo latino capaz de interpretar la Biblia cubana. Los cubanos, nos confesó el delegado, siempre sospecharon que el ejemplar terminó por caer en manos de los inmigrantes puritanos que fundaron el barrio Little Italy en Nueva York.

Brauer y yo agradecimos el testimonio del moreno, y de inmediato nos pusimos a googlear en busca del paradero de aquella traducción cubana, precursora de los gusanos balseros. Efectivamente, pudimos comprobar que el ejemplar había caído en manos italianas. Dos inmigrantes de Cerdeña, que a duras penas entendían el italiano de Dante, asumieron la misión divina de traducir esa Biblia criolla a la lengua del país que los acogía. Reverendos ignorantes tanto del español como del inglés, no fueron capaces de entender el significado del verbo español soy, y decidieron dejarlo sin traducir en la versión inglesa; con ayuda de un paisano que había encontrado trabajo en la cocina de un restaurante de Manhatan, pudieron encontrar un equivalente inglés para la palabra salsa: sauce. Como les parecía que la expresión al dente era redundante (todas las salsas italianas son al dente), la versión inglesa terminó rezando: soy sauce (salsa de soja).

Quién, cómo y por qué tradujo esa Biblia inglesa al alemán y se la acercó a Guttenberg para que probara su invento son interrogantes que aún nos quitan el sueño a Brauer y quien entreteje estos dislates. Por el momento, lo único que sabemos a ciencia cierta es que una copia de la versión inglesa se conserva en el Carnegie Hall de Nueva York. Lo sabemos porque Mercedes Sosa confesó haberla leído en los camarines durante uno de sus recitales y quedar pasmada. Tanto la conmovió el versículo que nos atañe que la Negra decidió hacerlo suyo e incorporarlo al tema Soy Pan, soy paz, soy más. En la noche del 24 de noviembre de 1986, ante una sala repleta de neoyorquinos, la negra salió a escena y cantó: Soy pan, soy paz… soy sauce.

martes, 8 de diciembre de 2009

Crónica de un matrimonio gay anunciado


Puteaux, Francia. - (De nuestro cronista alegre) Ni bien la Corte Suprema falle y Lilita Carrió haga la vista gorda, Alex Freyre y José María Di Bello finalmente podrán contraer el sagrado síndrome de la abstinencia adquirida (SSAA). Antes de que la luna de miel se lleve a Cabo Polonio a la pareja, te contamos en exclusiva a ti, hipócrita lector trolo, cómo será la primera boda gay de Argentina, a la que nunca vas a tener acceso en carne propia.
Cuando el reloj de la Iglesia más poronga de San Francisco de Asísehace (ex Santo Tomás de Aquinopodemoshacerlo) dé las una en puntos, ante el estupor de unos pocos y el estupro de otros tantos miembros de la abultada concurrencia, uno de los novios ingresará del brazo del padre de uno de los novios (probablemente del propio), y, bajo el imponente fulgor de vitriolos soplados, y al son de la Marcha fúnebre de la pasión amorosa, pasará con su descosido traje de cola junto a la Capilla Ardiente de la Santa Circuncisión de Nuestro Señor Jesucristo, camino al altar. Allí estará esperando otro de de los novios (casi con certeza el novio del novio que venía desfilando del brazo del padre de uno de los novios), vestido de smoking agujereado por ceniza de puchos y corbata negra de punta en blanco, por motivos que no conviene averiguar. A distancia prudencial de ese segundo novio estará el cura, un simpático prelado español a quien la Sacris Tía de uno de los novios (nunca se sabrá de cuál de los dos) habrá arrancado a la fuerza de una congregación de feligreses heterosexuales, porque, como señaló el Doctor Grondona, “los homosexuales no tienen cura”.
Una vez que haya dos novios y un cura en el altar, y otros tres hombres (el Padre, el hijo y el Espíritu Santo) en el cielo, el hombre de Dios leerá en voz alta los versículos del Génesis donde se narra la destrucción de Sodoma y Gomorra, en un último intento por disuadir a la pareja. Si esto fallare al igual que la Corte Suprema, el cura pelará como último recurso e interpelará a los novios: “Por última vez, os lo ruego: ¡no seáis putos!” Pero la indolente pareja no dará el brazo a torcer; a lo sumo ofrecerá una de sus cuatro muñecas y exigirá que el cura los case de una vez y para siempre, para así poder irse a la fiesta de una vez por todas. “Está bien, os caso porque está por venir el ocaso, pero antes debéis jurarme que no os casáis por apuro y que consumaréis el casamiento con sumo cuidado”. “Sí, juro”, dirá uno de los novios (casi con seguridad el del traje de cola), y luego el otro dirá lo mismo. “En nombre de la Santa Iglesia de San Fracisco de Asísehace”, dirá entonces el cura, “os declaro marido y marido. Puede besar al novio.” Nadie en el recinto sabrá a ciencia cierta a cuál de los novios iba dirigida la frase, no obstante lo cual todo el mundo llorará, para no ver con demasiada nitidez el beso.
A la salida de la Iglesia, después de una lluvia de arroz mezclado con insultos (y algún esporádico y nunca más pertinente grito de “¡vivan los novios!"), los recién casados y sus familiares abordarán el trolebús que los llevará al salón de fiestas El hostal de las mariposas. Un reputado chef de cuisine francés estará a cargo del menú: boga chupacirio flambée de entrada, y penne sin ostras en pomme du terre de plato principal. El alcohol, por cierto, no raleará, para que después nadie pueda decir que volvió a su casa sin haber chupado comme il faut. Los novios en persona se encargaron de seleccionar la lista de temas que pinchará el DJ, en donde no faltarán In the closet, de Michael Jackson, Entregá el marrón, de los Decadentes, y Losing my invicto, de R.E.M. Los platos fuertes de la noche serán el exclusivo recital de Jim Morrisey, ex líder de la banda The Toors, y el refinado show del Mago Maradona, que, entre trucos y retruécanos, adivinará el número exacto de invitados que la tienen adentro.
Tras largas disputas, se decidió que el primer vals lo bailarán simultáneamente los dos padres de los novios con sus despectivos yernos, y solo unos segundos más tarde, al estilo jasídico, las madres harán lo impropio entre ellas. Durante el carnaval carioca no faltarán maracas, pitos ni matracas, y ningún invitado podrá abandonar el salón sin antes haberse clavado una rica torta bombón en la mesa dulce.

Para la próxima: crónica del primer casamiento gay judío.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Tiger Woods se va a Venezuela para alejarse de los hoyos


Desde el confesionario de la mansión de madera que mandó construir en una isla del Tigre, Tiger Woods admitió que últimamente estuvo pasando negras para concentrarse en mujeres blancas. A través de un press release (liberador de presiones), lamentó haber dejado caer a su esposa (let her down) en el oprobio, pero negó que su choque con una boca de incendio hubiera sido un intento desesperado por no prenderse fuego. “A pesar de lo que pueda sugerir mi apellido, no soy de madera. Ahora, por culpa de un hierrazo de más, estoy en el hoyo. Yo me equivoqué y pagué, pero los palos no se doblan”, dijo, citando infielmente a Maradona. Desde hace ya un tiempo, el golfista viene teniendo problemas para mantenerse bajo el par (monógamo), porque, dada su popularidad, su talento y su carisma, son muchas las mujeres dispuestas a que le haga un hoyo en uno. Recientemente salió a la luz el affaire que mantuvo con una profesora de Literatura Inglesa, a la que conquistó estando de racha, poco después de haber conquistado el Abierto de Augusta. La mujer quedó tan encantada con el tiro de approach de Woods que ahí nomás, confiada en que eran pocas las probabilidades de que un deportista negro y americano supiera de la existencia de William Blake, le hizo el verso recitándole el poema The Tyger. “Fue una idea que surgió del Spur of the Moment”, dijo la académica, echándole la culpa al basquetbolista argentino Emanuel Ginóbili. Tiger Woods aseguró que se irá a Venezuela para dejar en paz por un rato a los greens (Greenpeace), y poder así concentrarse en reconstruir su imagen de Putter Familae. “Ahora lo que más quiero es estar con mi hijo”, sostuvo, “para que después, cuando sea grande, no digan que es un ‘hijo ‘e Tiger’”.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Piqueteros versus Gobierno: contiendas de campaña en plena Avenida de Mayo


Esta mañana, cosa curiosa, ni bien hubo escampado pudo verse que un nutrido grupo de piqueteros había acampado en plena Avenida de Mayo, dispuesto a permanecer allí hasta que el gobierno le entregara a Jesica Subcirio. Los manifestantes, encabezados por los futbolistas del movimiento Barrios de Buen Pie y los jinetes, caballos y petiseros del Polo Obrero, hicieron que a más de un trajetreado transeúnte porteño se le hinchara la vena al ver que le cortaban la tradicional arteria para jugar un picadito y comerse una picada. Advertido por un asesor de que no se trataba de una nueva manifestación contra él sino contra el gobierno nacional, el jefe de gobierno de la ciudad no desperdició la oportunidad de hacerse un pic-nic, y dio su visto bueno a la protesta. “Está bien, pueden cortar la calle”, dijo, “pero háganlo con carpa”. La contraofensiva de la Rosada no se hizo esperar. Cristina anunció que tenía un plan para ubicar a los piqueteros en puestos de trabajos efectivos en la CABA. “En la ciudad de Buenos Aires sobran abogados chupa cirio que darían cualquier cosa por que la Cirio se la chupe a ellos, y faltan jueces dispuestos a casar parejas gay. Propongo que los piqueteros oficien de jueces de paz”. La medida fue recibida con estupor por el sindicato de prostitutas, que lleva años quejándose de que el gobierno les pone trabas que dificultan el ejercicio de su profesión.

martes, 1 de diciembre de 2009

Ciro… James, Ciro: el Ciro Ciro Siete a las Islas Mauricio


Después del revuelo del pajarito que ventiló el secreto de las escuchas del espía porteño Sir O. James, los familiares de víctimas de la Amia se rehúsan a otorgarle al jefe de gobierno la posibilidad de asumir la culpa del suceso. “La culpa es nuestra y solo nuestra”, vociferaban los dirigentes más culposos de la comunidad en los pasillos de la Jefatura de Gobierno Porteño. Los miembros de la JP (Judíos Porteños) han convocado ya a una movilización con marcha seguida de scratching para estas próximas vísperas de shabat. El sector más rockero de la comunidad (la quinta columna judía) planea realizar todo el recorrido al son del tema de Led Zeppelin Nobody’s Fault but Mine, que será interpretado por la banda tributo Black Shabath. Una vez frente al domicilio de Sir O. James en el barrio de Los Canitas, esperarán a que salga la primera estrella de la policía metropolitana al balcón para entonar a Capella el tema de Charly y Spinetta Rezo por vos.
Lamentablemente, ni todos los rezos del mundo cristiano lograrán que se disipen las ganas del jefe de gobierno de colgar a Sir. O. James de la punta del Obelisco. “Se mandó una cagada de la gran Ciro Ciro Siete”, se lo escuchó gritar al jefe de gobierno durante su única jornada semanal de trabajo. La comunidad judía quiere que Sir. O James sea juzgado en Jerusalén, y ya ha depositado una notita en el Muro de los Lamentos pidiéndole a Dios que el espía sea degradado y condenado, al igual que Dreyfus, a pasar una temporada de cárcel en la Isla del Diablo, que desde hace unos años pasó a formar parte del archipiélago de las Islas Mauricio.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Feria del libro de Guadalajara: nadie entiende a los Chicano Boys


Invitados especialmente a participar de la Feria del Libro de Guadalajara por el mejicano escritor Charles Fountains, el Los Ángeles grupo de latinos escritores The Angels, también conocido como los Chicano Boys, no consiguieron hacerse entendidos ni en inglés ni en español. “Eso es Spamglish”, clamó una persona que había atendido la lectura. “Para decirle la verdad”, siguió diciendo con el grabador en on, “esa poesía de ellos es linda desgustante”. Otro miembro de la audiencia dijo no haber entendido la primera cosa de lo que estaban hablando acerca de. “Jorge Arbusto y Pija Cheney eran correctos. Mañana, primera cosa en la mañana, me voy a enlistar en la armada. con los U.S. marinos y voy a patrullar el borde para que ninguno de nosotros pueda cruzar a los Esteits y seguir distortionando el lenguaje de Cervantes.”

Tan lejos como a los libros es concerniente, la estrella de la noche fue la chicana traducción de la pieza de maestro por Michael Crichton Tu bombón está aparcado (Your Ass is parked), que previamente había sido mal traducida al español como Parquet jurásico. Otro gran acierto fueron las reediciones en chicano de los trabajos completos del chileno escritor Joseph Mister Bear (José Donoso) y Argentina’s Julius Splits the Tzar (Julio Cortazar). Último pero no el menos, esto debe ser mencionado que se presentó la primera chicana traducción de Martin Iron, Hernández’s gauchesco poema.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Ganó el Frente del Mate Amplio en Uruguay


Tacuarem Bo.- (De nuestro corresponsal amargo) Según los resultados de boca de termo, el candidato chupamargo Pepe Mujica se habría impuesto en la segunda ronda de dulces por un margen de dos de azúcar. Los uruguayos fueron a votar en medio de una baja sensación térmica y un clima de parsimonia oriental, que solo se vieron alterados por el estallido accidental de un puñado de bombillas. Como viene ocurriendo desde hace ya un tiempo, quienes llevaron la peor parte fueron los chicos de Lacalle. Según los analistas políticos, el amplio triunfo del Frente del Mate Amplio se debió a la estrategia ajedrecista de Mujica. “Fue una jugada de mate”, dijo el opinólogo Enzo A. Francescoli, en referencia a la decisión del candidato de utilizar el slogan “Vo’ el domingo votame, ¿oíste? bo, ta.” También fue importante el apoyo brindado por una figura argentina de calibre como la de Armando Bo, que ayudó a ganar la voluntad de botarates e indecisos. Mujica, que durante el gobierno de las botas fue perseguido por los servicios de desinteligencia de su país y hasta por el mismísimo FBI, que lo acusaba de haber enriquecido uranio ilícitamente para desarrollar el termo nuclear, ha decidido no festejar en público porque sostiene que sus seguidores no saben cómo expresar muestras de júbilo. Lo único que ha dejado trascender hasta el momento es que sus primeras medidas de gobierno serán nacionalizar al jugador Materazzi para que pueda jugar en la celeste y rellenar los baches de Pocitos.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Mala acogida del Papa a las presidentas de Chile y Argentina


- Roma.- (De nuestro corresponsal con nariz roma) Después de mantener una entrevista a puertas cerradas con el Papa a la que no tuvieron acceso ni Dios ni María Santísima, las presidentas de Chile y la Argentina salieron profundamente ofuscadas, con cara de huerto latino (Horto Latinus), en una clara señal de que la acogida que les dio Benedicto no fue nada buena. Consultadas sobre las razones de su enojo, las mandatarias dijeron que habían pasado noventa minutos de hinojos ante su Santidad, sin que les dieran nada qué llevarse a la boca. “Los minutos pasaban sin que Benedicto confirmara su fama de Latin Lover (amante del Latín)”, dijo Cristina, “y Bachelet y yo empezamos a hincharnos las rodillas. En un momento dado me paré y le dije a Su Santidad que la estaba pasando peor que con el Papa Nicolao”. Bachelet, por su parte, confesó que Benedicto era un Webón que se la pasaba navegando en Internet con su Blackberry. Inspiradas por el aparato de su Santidad, y con el único objetivo de matar el aburrimiento, las mujeres se pusieron a cantar Blackberry, el tema de los Beagles (Blackberry singing in the dead of night) y engancharon con Lucy(fer) in the Skype with Diane Ross. La música les hizo acordar que aún quedaba por resolver una cuestión muy importante del conflicto Beagle: ¿cómo era posible que el canal tuviera solo tres islas (John, Paul y George)? ¿Quién había hundido la isla Ringo?

viernes, 27 de noviembre de 2009

Los pibes chorros se suman a las críticas por las olas de inseguridad


A través de un incomunicado de la comisaría de Villa Gesell que fue detenido por portación de caripela, los integrantes de la banda de cumbia local (villera) pibes chorros expresaron su malestar por las olas de inseguridad que afectan la costa Atlántica en estos meses previos a la temporada de verano. En un lenguaje soez y procaz, inspirado en la prosa de Maradona, los chorros se mostraron consternados por el crecimiento exponencial de la práctica delictiva, que amenaza con dejar a afanados cacos sin su fuente de trabajo este verano. Los pronósticos más alarmistas estiman que, para mediados de enero, la población de delincuentes de Pinamar superaría con creces a la de plausibles asaltados.
Para sobreponerse a esta difícil situación, los pibes chorros estarían afanándose para poder comprar un pasaje de Buquebus y sumarse al grupo de bandoleros de la Banda Oriental. Aunque el objetivo principal sería el pueblito pesquero de Desvalizas, más precisamente el departamento de Rocha, el pánico ha cundido ya entre los asiduos veraneantes de Punta del Este, a tal punto que Mirta Legrand está barajando la posibilidad de vacacionar este año en Mar Chiquita.
El cruce del charco sería solo la primera fase de un plan a largo plazo destinado a extender el accionar delictivo a toda costa. La idea de los malvivants es, una vez que se corte el chorro en Uruguay, tomar algunas rehenes que oficien de intérpretes español-portuñol e incursionar en la arena brasilera. Después de dejar a las rehenes en Pelotas, ellos seguirían viaje hasta Río, a donde participarían en un festival internacional de chanza y choreografía, y grabarían con Gilberto Gil un disco ladri de Bossa & Chorros. Cuando el verano septentrional llegué a su fin, le comprarán una balsa a un vendedor de barquillos gesellino y pondrán proa al noreste, para llevar su mano de obra armada a la costa del sol. Según los comentarios que han oído en años anteriores de boca de asaltados argentinos que viven y trabajan en España como camareros, al parecer allí se curra mucho.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Marcha de la culpa judía


En respuesta al éxito logrado por las marchas del orgullo goy, que obtuvieron la nulidad de los casamientos de judíos y goys poco gentiles por jupá[1], la comunidad judía porteña decidió salir a las calles para reconquistar su derecho exclusivo a criticar los matrimonios mixtos, y de paso conminar al jefe de gobierno de la ciudad a ensanchar las veredas de los barrios del Once, Villa Crespo y Belgrano. Bajo la consigna “Marcha de la culpa: por un judaísmo sin trabas y sin goys”, los dirigentes comunitarios Mauro Viale y Enrique (Ja) Rabina convocaron al sector más recalcitrante de la comunidad israelita frente al nuevo edificio de la AMIA y, después de distribuir pancartas con el lema “Hoy somos todos Houdini”, ataron los brazos de todos los manifestantes a una misma soga, para que nadie pudiera escaparse a atender sus negocios. Después de esperar en vano la presencia del Jefe de Gobierno, los organizadores debieron conformarse con la presencia de un espía que pretendía infiltrarse y participar de la judiada cuando fue descubierto con las manos en el prepucio en el baño de la mutual judía. En un intento desesperado por evitar el escándalo y congraciarse con los miembros circuncisos de la colectividad, el espía expresó su mea culpa.

Bajo la atenta mirada de las Bobes de Plaza Once y de las Idishes Mammes de H.I.J.O.S D.O.C.T.O.R.E.S., las primeras en hacer abuso de la palabra “goy” fueron las rabinas ortodoxas Betty Lel y Amy Hi. Acto seguido de una ronda de pretzalej de pastrón y pepino, habló Jorge Cotur, presidente de la multibarrial textil TURCO USA Inc., con sede en The Pasteur Corner Valley (La Valle Esquina Pasteur). De género indefinido, su discurso dio tela para rato y dejó casi sin tiempo para manifestar su sentimiento de culpa al último orador de la tarde, el defensor de los derechos judíos del hombre Ruso Civisky. El acto concluyó con un recital de la banda Judíos Paranoicos, que interpretaron la Marcha de la Culpa, tema compuesto por Pedro y Pablo (la misma música de Marcha de la Bronca, para facturar doble en S.A.D.A.I.C) y letra de Moisés Ikonikoff. Reproducimos aquí una estrofa y estribillo:


Culpa porque el nene llega siempre

cuando el zeide se sacó los dientes

culpa por estar en la playita

con la plata de Bobe Sarita


No puedo ver,

tanto antisemita en el senado

sin entender

mi culpa

qué culpa.


No se habían acallado los ecos de la última estrofa de la canción cuando sonó el celular de Mauro Viale. Era el Jefe de Gobierno que, embargado por un repentino sentimiento de culpa, lo llamaba para decirle: “Está bien, Mauro: si querés jupá, jupá.”


[1] Aclaración para goys: jupá es el velo que cubre a los novios judíos durante la ceremonia de casamiento en la sinagoga.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

¿El antisemitismo es innato?




El origen del antisemitismo se remonta a los confines del tiempo 1. Al igual que con el huevo y la gallina, siempre se creyó que nunca se llegaría a saber a ciencia cierta qué cosa fue primero: los judíos o el antisemitismo. Los miembros de la Corriente Antisemita Combativa son de la idea (la única que han logrado elaborar hasta el momento) de que el primer episodio de antisemitismo lo protagonizaron Adán y la serpiente en el Jardín del Edén, aunque todavía no han podido establecer cuál de los dos personajes, hombre o serpiente, representa el papel de judío en el relato. Por las dudas le echan todas las culpas a Eva, la mujer. Antisemitas más moderados, en cambio, señalan a Abraham, el primer judío de la historia, como el patriarca del antisemitismo. Para ellos, Abraham despertó los primeros clamores antisemitas cuando sentó las bases de la estafa comercial, que luego perfeccionarían judíos contemporáneos como Beraja y Greg Madhoff. “Abraham se enriqueció vendiendo los ídolos de barro que comerciaba su padre, y luego publicitó por toda Asia Menor la existencia de un Dios único e incorpóreo, para que los ídolos perdieran su valor y él pudiera volver a comprarlos a precio de baratijas”, sostiene Saúl Marrano, dirigente del movimiento Antisemitismo para Todos.
La controversia entre radicales y moderados se extiende a otra cuestión fundamental: el carácter innato del antisemitismo. Si bien ambas corrientes coinciden en que esto es así, las posturas difieren levemente. Los radicales creen con fe ciega en las investigaciones científicas llevadas a cabo por la Universidad del Vaticano, que demuestran que el antisemitismo se desarrolla en el cerebro de todo embrión ya al segundo día de gestación, siempre y cuando no se encuentre en el seno (en ninguno de los dos) de un vientre judío. Estos hallazgos explicarían a un mismo tiempo la importancia que otorga el judaísmo al vientre materno y la negativa de la Iglesia a consentir el aborto de madres no judías. Los moderados, por su parte, aceptan el carácter innato, pero sostienen que el antisemitismo no anida el cerebro del futuro antisemita sino en las células de su prepucio. De ahí la importancia de la circuncisión para el judaísmo y el ensañamiento de los antisemitas moderados con Abraham, el primer hombre en abandonar sus filas; de ahí también (del prepucio) la explicación de por qué hay tan pocas mujeres antisemitas. Los moderados han logrado así zanjar la disyuntiva huevo-gallinesca, estableciendo que el antisemitismo es intrínseco al pene del hombre y que, por lo tanto, preexistió al primer judío circunciso.

[1] Hay antisemitas que sostienen que esta expresión española es, de hecho, resultado de la influencia mercantil de los judíos sefaradíes. Según esta postura, originariamente, en español antiguo, la expresión rezaba “sinfines del tiempo”, pero los judíos españoles, familiarizados con el concepto protestante “tiempo es dinero”, preferían decir “los confines de lucro del tiempo”. Finalmente la partícula “de lucro” decantó, porque hasta los propios inquisidores españoles la consideraron demasiado antisemita.


martes, 24 de noviembre de 2009

¿Quién te quita lo bailado?: una biografía no autografiada de Miguel Jackson



Miguel Jackson, o Maicol, como lo conocía la indiada de su Gary (Coleman) natal, estuvo desde siempre, al igual que nuestra patria, condenado al éxito. Quizás su padre no haya sido tan prócer como el nuestro, San Martín, aunque las malas lenguas dicen que Joseph Jackson era ducho con el sable corvo. Lo cierto es que Miguelito muy pronto comprendió que lo suyo era el cante y baile, y decidió trabajar día y noche, como un blanco, para difundirlos. Desde los tiempos de Fred Astaire, quien ganara fama mundial con su programa de entrevistas The Astaire Hour y posteriormente con su reality show The Astaire Office, nadie hizo tanto por el baile como Miguel Jackson.

De chico Miguel no la tuvo nada fácil: su padre estaba siempre en bolas, y él se las veía negras. La “Toya”[1] Jackson, una de sus hermanas, recuerda las aciagas circunstancias que llevaron a su hermano Miguel, por entonces de 5 años, a inventar los pasos que por siempre lo distinguirían. “Miguelito tenía la costumbre de andar en pelotas por toda la casa, y mi padre no toleraba la competencia”, confesó desde su mansión de la Florida, en Vicente López. Joseph tomó entonces al pequeño Miguel por el cogote, le puso un jean (Billy Jean) directamente sobre la piel, y agarró con el cierre al miembro más joven de los Jackson 5. “Esto es para que no vuelvas a joder más”, gritaba el padre mientras encerraba a Miguel en el sótano y estaqueaba los pies del pequeño contra el suelo. En esas horras de encierro, Miguel perfeccionó a un mismo tiempo la agarrada de genitales y aquel otro paso famoso que desafía la ley de Newton, y que recién daría a conocer al mundo en su video clip Smooth Criminal (Sos un criminal). Además de ser una acusación contra su padre, ese tema refleja claramente el trauma y la preocupación de Miguel por la salud de su pene, tal como lo evidencia el estribillo: (Penis, are you OK? Penis, are you OK? Are you OK, Penis?) El tercero de los pasos más aclamados, aquel de la caminata en sentido reverso, nos confesó La “Toya”, “nació, casi por casualidad, la mañana siguiente a la primera borrachera de Miguel. Él se despertó pasado el mediodía con la boca reseca y tremenda resaca, y medio sonámbulo fue hasta la heladera caminando en reversa. Yo justo estaba en la cocina comiendo una banana y al verlo entrar le pregunté por qué mierda caminaba así. ‘Uy, tenés razón, perdóna’, me dijo él, ‘estoy para atrás’.”

Antes de coronarse como Rey del Popurrí de Enganchados Bailables, Miguel Jackson tuvo un breve idilio con el tango y el flamenco, pero pronto abandonó esos géneros sin demasiada tela y en medio de un gran escándalo que incluyó graves acusaciones contra dos de los máximos exponentes: “Gardel es un zorzal y Paco me deslucía”, llegó a decir a la salida de su último show de flamenco, un duelo de cante con Camarón en el que hicieron tablas.

Ya encaminado en la senda del pop, Michael conoció al gran amor de su vida y le dedicó el tema “Man in the Mirror”. Casi enseguida comenzaron a circular los primeros rumores acerca de su supuesta pedofilia. Para desmentirlos y dejar en claro su hombría de bien, fue a visitar un hogar de niños en San Petersburgo y se dejó fotografiar en varios estadios de fútbol alentando al “Pibe” Valderrama y a un todavía muy tierno “Niño” Torres, que acababa de cumplir 2 años de edad.

Por aquel entonces alguien le hizo llegar una contratapa del diario Clarín, que en esa época publicaba la tira “El negro blanco”. A la mañana siguiente amaneció inexplicablemente de otro color, y ya nunca dejó de ser el blanco de las críticas. Para justificar el cambio de raza en las oficinas del Ku Kux Klan de Harlem, alegó: “yo siempre fui un negro que la tuvo clara”.

En los 90’, después de levantarla con pala, enterró a una enfermera que atropellara mientras aprendía a conducir al mando de una camioneta 4x4. Incapaz de superar el infortunio, se hundió en una depresión de la que solo logró salir a flote gracias al alcohol y las drogas. Durante los 15 años siguientes no se supo nada de él, hasta que un empresario no tuvo mejor idea que armarle una gira retorno. Miguel murió, como todos sabemos, durante uno de los ensayos. Estaba practicando ese paso en el que doblaba las piernas y curvaba los pies bajo el peso de su cuerpo, cuando sufrió el infarto fatídico. “This is it”, dijo entonces Miguel, y estiró la pata.


[1] Nota del traductor: Toya, en inglés de Indiana, significa “jugueta sexual”