martes, 1 de diciembre de 2009

Ciro… James, Ciro: el Ciro Ciro Siete a las Islas Mauricio


Después del revuelo del pajarito que ventiló el secreto de las escuchas del espía porteño Sir O. James, los familiares de víctimas de la Amia se rehúsan a otorgarle al jefe de gobierno la posibilidad de asumir la culpa del suceso. “La culpa es nuestra y solo nuestra”, vociferaban los dirigentes más culposos de la comunidad en los pasillos de la Jefatura de Gobierno Porteño. Los miembros de la JP (Judíos Porteños) han convocado ya a una movilización con marcha seguida de scratching para estas próximas vísperas de shabat. El sector más rockero de la comunidad (la quinta columna judía) planea realizar todo el recorrido al son del tema de Led Zeppelin Nobody’s Fault but Mine, que será interpretado por la banda tributo Black Shabath. Una vez frente al domicilio de Sir O. James en el barrio de Los Canitas, esperarán a que salga la primera estrella de la policía metropolitana al balcón para entonar a Capella el tema de Charly y Spinetta Rezo por vos.
Lamentablemente, ni todos los rezos del mundo cristiano lograrán que se disipen las ganas del jefe de gobierno de colgar a Sir. O. James de la punta del Obelisco. “Se mandó una cagada de la gran Ciro Ciro Siete”, se lo escuchó gritar al jefe de gobierno durante su única jornada semanal de trabajo. La comunidad judía quiere que Sir. O James sea juzgado en Jerusalén, y ya ha depositado una notita en el Muro de los Lamentos pidiéndole a Dios que el espía sea degradado y condenado, al igual que Dreyfus, a pasar una temporada de cárcel en la Isla del Diablo, que desde hace unos años pasó a formar parte del archipiélago de las Islas Mauricio.

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